Thursday, July 27, 2006

¿Luz al final del túnel?

De forma paralela a la escalada bélica se suceden los contactos diplomáticos para que la violencia no se acabe enquistando y el alto el fuelgo en el Líbano sea por fin algo más que una esperanza. Las guerrillas de Hezbollah no parecen todavía mostrar signos de fatiga como se había previsto, y continúan castigando sin desmayo las posiciones israelitas al norte del país. El ejército hebreo, por su lado, prosigue con bombardeos indiscriminados sobre Beirut, y en menor medida, sobre posiciones guerrilleras de los extremistas islámicos. Dos semanas después del inicio de las hostilidades los norteamericanos mueven por fin pieza para mediar en pro de un alto el fuego, siempre favoreciendo la óptica judía del conflicto. NU reclama inmediatez en el alto el fuego y clama por una investigación que clarifique responsabilidades sobre la muerte de varios de sus observadores enviados especialmente a la zona. El fuego israelita no parece respetar si quiera el color de la neutralidad, las muertes parecen, en principio, presuntamente ejecutadas de forma deliberada. A nuestro juicio, es indispensable que queden clarificadas las responsabilidades sobre la muerte de los observadores de NU, que se presione a Israel a respetar la legalidad internacional y que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se pronuncie, a ser posible, de forma unánime -algo muy difícil, así es-, sobre una salida viable al conflicto y sus condiciones.

La UE, en medio del fragor del conflicto, nuevamente se debate en la limitación de su papel en el siempre difícil terreno de la política exterior común. Solana, a pesar de la indudable eficacia de sus movimientos, debe notar a buen seguro la presión de verse menoscabado en el desarrollo de sus competencias. El mundo árabe por su parte reclama -por cierto, en voz muy baja- una mayor presencia de Europa, lo cual debería insuflar esperanza para que los socios comunitarios fueran avanzando en la dirección de una política exterior común, ni que fuera a base de cooperaciones reforzadas, mirando como modelo el esquema de la moneda única sin ir más lejos, o los acuerdos de Schengen. Me resisto a verlo todo negativo en este marco y me distancio de aquellos euroescépticos de indomable pesimismo, bien pendientes de los nuevos acontecimientos para abalanzarse nuevamente con una lluvia de críticas sobre el edificio europeo. Europa es todavía un magno edificio en construcción, ya con visibles y buenos resultados, y no debe perderse la esperanza en sus posibilidades futuras. La envergadura de su proyecto demanda paciencia y persistencia en el diseño y la implementación de sus estrategias, especialmente en materia de política exterior. Los resultados acabarán llegando sin duda. De hecho, como decíamos, cada vez es más mayor la solicitud de su presencia y su voz en todo tipo de conflictos, y Solana sabe mejor que nadie como dar visibilidad a la maquinaria diplomática que encabeza.

Pero la exquisita y eficaz diplomacia que muestran algunos de nuestros políticos en el exterior, como Solana, contrasta con la torpeza de algunos de sus homólogos puertas adentro. El ejecutivo de Zapatero, dicho sea con los debidos respetos, se ha deslizado con movimientos poco sutiles en un problema que ante todo demanda mucha serenidad y análisis necesariamente muy meditados. No es tanto un problema de fondo, como de forma. Parece que en política exterior nos cuesta horrores matener la cabeza fría y esto amenaza ya con ser una tradición en la política exterior española. La crítica a cualquiera de los contendientes en un conflicto bélico no debe estar reñida con la sensatez y la mesura, sea cual sea la postura que se decida adoptar de las instituciones. Personalmente, creo que este conflicto reclama más que otros una firme apelación a la observancia de la legalidad internacional y una repartición proporcional sobre la culpabilidad de las consecuencias, según se desarrolla el estado actual de las cosas. Esa habría sido una actitud equilibrada y hubiera preservado un poco más la -algo deteriorada- imagen de la política exterior española ante la comunidad internacional. Ni siquiera los portavoces de los diferentes partidos políticos, como representantes que son de una buena parte de nuestra sociedad, debieran estar exentos de atenerse a un juicio mesurado y a una crítica más equilibrada y menos visceral. Por cierto, justo lo contrario de lo que hacen también personajes como el último ex-presidente del gobierno, ejemplo algo lamentable de cómo no ha de conducirse un líder político a la hora del análisis y la comunicación. Algunos, allá ellos, siguen por donde solían.

Wednesday, July 19, 2006

Turbulencias

Una semana se cumple ya desde que Beirut se convirtiera de nuevo en el centro de las iras del ejército israelí. Parece, sin embargo, que en las últimas horas, se abre vía con fuerza creciente la vía diplomática. Todo parece indicar que, si se cumplen los condicionantes impuestos por Tel-Aviv, una fuerza de interposición de NU se apostará en la frontera y se iniciará el proceso de enfriamiento, que a su vez ha de desembocar en nuevas conversaciones de paz. No obstante, esto no va a acabar ni mucho menos con la tensión en la región. Parece cada vez más claro que el conflicto generado ha estado ocultando el interés y la participación encubierta de otros actores en la región, enemigos irreconciliables de Israel, en absoluto interesados en que las cosas discurran por un sendero de paz. Así las cosas, hacemos votos porque se cierre este nuevo capítulo de violencia extrema, que el gobierno israelita retorne de nuevo al camino de la cordura y que el Líbano, pobre Líbano, pueda recobrar la calma que le fue injustamente arrebatada. Sin embargo, mucho me temo que, en efecto, el cese del fuego será sólo un capítulo más en esta historia interminable.

China sigue creciendo, según los últimos datos, al ritmo vetiginoso del 8,5 % de su producto interior bruto, y ya va una década desde que inició ese incremento casi exponencial. Los analistas cada vez miran con mayor preocupación el imparabale emerger de una economía que de forma irremediable va a requerir cualquier materia prima sin medida. Ahora parece que procupa menos el estado de los derechos humanos y las libertades fundamentales en el antiguo Imperio del Centro, lo que inquieta de veras es esa necesidad de consumir - y contaminar- que puede hacer pequeño el problema del consumo insostenible de los norteamericanos, y que puede generar nuevas tensiones a medio/largo plazo, si tenemos en cuenta la limitación de los recursos energéticos. De hecho, China ya lleva años tomando posiciones en el tablero de Asia Central, Oriente Medio y Africa para asegurarse el aprovisionamiento libre de dichos recursos. Parece ser, no obstante que problemas de orden interno frenarán su expansión, como puede ser la corrupción institucional, su baja apuesta por la producción de bienes de gran valor añadido, el auge nacionalista en algunas provincias del interior, y una estructura social todavía demasiado revuelta y fragmentada. Merece la pensa que se siga investigando en esta dirección.

Un último apunte de política local. El partido socialista catalán ya aparece como primera fuerza política de cara a las autonómicas del próximo uno de noviembre, según recientes trabajos de observatorios institucionales. Comienza la guerra de encuestas cruzadas, a las que sin que se deba de creer a pies justillas, siempre conviene mirar de reojo. Me parece un poco pronto para adelantar expectativas de voto, máxime teniendo en cuenta que Maragall sigue aún al frente del ejecutivo catalán, y todos sabemos su inveterada manía de no pasar desapercibido ni siquiera en batallas ajenas. Sí creo que va a ser un enfrentamiento de mayor nivel que en ocasiones precedentes, teniendo en cuenta el perfil ejecutivo del nuevo líder socialista y su probable capacidad de movilizar en las autonómicas a un electorado que normalmente no se caracteriza por su participación en este nivel de convocatorias electorales. Hasta pronto, saludos.


Thursday, July 13, 2006

Contextos.

Inicio hoy mi singladura por el mundo de la intercomunicación. No estoy muy seguro de que sea un gran día por eso. En un mundo como este, que haya una voz más no parece tener gran importancia. En todo caso, lo importante de veras es que puedan haberlas y en todos los tonos, y que con oyentes o no, puedan expresarse con libertad.

El suceso más llamativo de la jornada es sin duda el recrudecimiento de las hostilidades en la frontera de Israel con el Líbano. La sensibilidad geoestrátegica de la zona merece toda mi atención. Es curioso, el verano pasado, Peter, un amigo británico que imparte clases de inglés en Barcelona, me comentaba lo bien que había pasado las vacaciones en Beirut, la sensación de seguridad que se respiraba, la hospitalidad de su gente, además, me dijo, de lo barato que resultaban unas vacaciones en unas magníficas playas mediterrráneas. Se alegraba, me acabó comentando, de que Beirut volviera a respirar aquel lejano de clima de libertad que un día la hizo próspera y afamada. Pero aquellos tiempos pasaron hace mucho, y Líbano parecía estar recuperando muy lentamente -con permiso de Damasco- aquel cálido clima que la hiciera bautizar como la "Suiza" del Oriente Medio, aquel reducto de tolerancia y mezcolanza cultural. Nueva y desgraciadamente, Líbano vuelve a pagar un precio muy alto por su vencidad con judíos y palestinos. ¿Volverá la paz a Oriente Medio? Algún día, seguro que sí.

Zidane se ha pronunciado por fin. Casi mejor que no lo hubiera hecho. Nadie le discutirá jamás su clase, su elegancia, la armonía de sus movimentos con una bola en los pies; una elegancia que por contra ha despreciado al no mostrar arrepentimiento por una falta injustificable. Llueve sobre mojado. Apesar de todo, sus quiebros se echarán de menos.

Maragall pretendía hoy convocar elecciones autonómicas para el día de todos los santos. Genio y figura, hasta la sepultura. El todavía "President" no se resiste a dejar marcada su impronta en los anales políticos catalanes. Le cuesta horrores no pasar desapercibido, ni que sea en algo tan sencillo como en una simple convocatoria electoral que prácticamente tenía ya fecha señalada. Su motivación, dicen: evitar que la participación electoral torne a ser testimonial. No es privativo, no obstante, de Maragall. En general, la clase política -catalana, española, europea- no se resigna al hecho ya consumado de que la política deje de ser un hecho central en nuestras vidas. Es normal que como gestores de nuestros intereses busquen una mayor legitimidad en sus políticas a base de intentar lograr una mayor participación en los sucesivos comicios, pero la realidad hace ya años que demuestra -en España y fuera de ella-que la ciudadanía sólo mira la política como un hecho social que le afecta muy relativamente. Desde luego, no es algo que deba aplaudirse. Pero tampoco la lógica preocupación justifica modos extravagantes en este delicado asunto. Menos comprensible sería aún, como se ha visto publicado, que la convocatoria se realizara en fecha laborable. Sólo falta que además, las elecciones entorpezcan el proceso productivo.